Алматы, культурная столица Казахстана

Si Astaná representa la modernidad y la proyección política de Kazajistán, Almatý es su contraparte: una ciudad con historia, vida cultural intensa y un entorno natural que sorprende. Aunque dejó de ser capital en 1997, sigue siendo el corazón económico, académico y artístico del país, y para muchos viajeros es la verdadera puerta de entrada a la identidad kazaja. El arribo a Almatý tiene un aire más humano que el de Astaná. El aeropuerto es más antiguo y menos espectacular, pero la ciudad se abre en un valle rodeado de montañas nevadas, los picos del Trans-Ili Alatau, que se ven desde casi cualquier calle. Esa proximidad con la naturaleza marca de inmediato la diferencia: Almatý es una urbe dinámica, pero que vive en diálogo con su geografía. Caminar por Almatý es recorrer un mosaico arquitectónico. Grandes avenidas, bloques residenciales de estilo soviético y, al mismo tiempo, cafés modernos, boutiques y centros de negocios que muestran el desarrollo económico reciente. La Plaza de la República, con el monumento a la Independencia, recuerda la transición política del país, mientras que el Teatro de la Ópera y Ballet Abay conserva un aire clásico, evocando el peso de la tradición cultural. La ciudad no tiene los experimentos arquitectónicos de Astaná: aquí domina la escala humana, con bulevares arbolados y barrios que se sienten vividos, no solo diseñados. Almatý concentra universidades, editoriales, galerías y medios de comunicación. Es la ciudad donde se publica, se debate y se experimenta. Sus cafés se llenan de estudiantes y profesionales jóvenes, y los festivales de cine, teatro y música encuentran aquí su escenario natural. El mercado verde (Zelyony Bazar) es otro punto clave: allí conviven la tradición kazaja con la herencia soviética y la diversidad étnica del país. Desde especias y frutas secas hasta productos lácteos y carne de caballo, el lugar es una ventana a la gastronomía y a las costumbres cotidianas. Aunque Astaná concentra el poder político, Almatý sigue siendo la capital económica de Kazajistán. Bancos, empresas tecnológicas y comercios internacionales se instalan aquí, atraídos por su cercanía con China y por su población activa. Esa vitalidad se percibe en las calles: es una ciudad más cosmopolita, más abierta al intercambio, donde se escucha ruso y kazajo, pero también inglés y chino en los negocios. Lo que distingue a Almatý es la proximidad con la naturaleza. En menos de una hora se puede llegar a la estación de esquí de Shymbulak o al desfiladero de Medeu, famoso por su pista de patinaje sobre hielo a gran altura. Más allá, el Gran Lago de Almatý, rodeado de montañas, es un destino de excursión frecuente. Esta dualidad entre vida urbana y acceso inmediato a la montaña da a la ciudad un carácter particular, casi único en Asia Central. Almatý también es una ciudad de memoria. Aquí se encuentran museos dedicados a la historia nacional, pero también huellas de su pasado soviético y de la diversidad cultural que ha marcado al país: kazajos, rusos, uigures, coreanos y otras comunidades conviven en su entramado urbano. Esa mezcla se refleja en la comida, en las lenguas que se oyen y en la manera de vivir. Visitar Almatý es descubrir el corazón cultural y humano de Kazajistán. A diferencia de la monumentalidad de Astaná, esta ciudad se siente más cercana, más vivida. Sus calles muestran tanto el legado soviético como la energía de una sociedad en transformación, mientras que sus montañas ofrecen un recordatorio constante de la vastedad del territorio. Almatý no es ya la capital política, pero sigue siendo el lugar donde Kazajistán piensa, crea y respira.#abretuventanaalmundo #ViajarEsHipervivir 🌎 Subtítulos en portugués, italiano, alemán, francés, ruso e inglés. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS Todo el material que aparece en @daceygustavo © ("contenido") está protegido por derechos de autor. ALL RIGHTS RESERVED All material appearing on the channel @daceygustavo © ("content") is protected by copyright. 👇👇👇 COMENTA Y OPINA

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